Aunque el destino siempre habló de sietes,
Hoy soy la número 14.
Hoy me descubro nuevamente llena de viento y de sal.
Adportas del abismo y lo desconocido.
Con las vísceras al cielo.
Con tu espalda sobre el suelo.
Con una luna llena llenita de sueños y de dolor.
Nuevamente escribo y me llamo por mi nombre:
Va-len-ti-na.
Entonces suena fuerte y alto.
¡Fuerte!
Va
Len
Ti
Na
A l t o
¿Va lento?
Siempre lento.
Hoy soy la número 14.
Qué orgullo saberme hecha de tiza y de sal, de viento y de mar.