viernes, 28 de mayo de 2010

JUSTO EN LA PUNTA DE TU LENGUA



Mirá vos, mujer sin estrellas, sin cielo y sin camino. ¿Qué haces ahí sentada en medio te toda esa gente? Hay tres payasos que te cantan con los ojos y se embeben con tus labios: uno dice que ojala se vuelvan a ver, el otro te susurra que no buscaba a nadie pero que te vio y el tercero dice con esperanza que prendas un cigarrillo y otro más y otro más y otro más. Tenés alrededor infinitos malabaristas de sueños e ilusiones. Tomálas en tus manos, son tuyas, mirálas en el horizonte, suben tus besos con sabor a chocolate, bajan tus palomas de papel.


Hay Fuego en tus ojos, es un fuego que te consume, que te explota en mitad del pecho. ¿Dónde dejaste tu propio circo? Por hoy grita por vos y por mi, por todas aquellas que se han quedado sin voz, embelesadas en mitad de la función. Decíle al mundo que está perdido, grítale en la cara al viento el odio que sentís por lo absurdo que es el querer continuar cuando el camino amarillo no tiene ya adoquines, escupile porque empezas a sentir que no vale la pena dejar de llorar para ponerse bonita. Arráncale los ojos con tus dientes porque sabes que el horizonte está cercado con abedules de gelatina y vos no podes hacer nada… vos sólo podes gritar. Extinguite en un suspiro inaudible, pero nunca te canses. Jamás te canses mujer. Vos moves esas piedras engranadas que, bajo tus pies, transitan en el centro de la tierra.

Quítate la ropa. Tus zapatos no han caminado lo establecido, quédate descalza y sentí el agua que se esfuma encima de un cemento que arde en fuego solar. Quémate los talones. No corrás, esperá. Ardé un poquito más encima de la ciudad cementerio que se incendia bajo tus pies. Quítate el pantalón, acostate en la grama y hormiguea por un tiempo. Sentite indefensa ante la majestuosidad del cielo que se extiende sobre tu cabeza. Sentite mínima. Querete así como sos, simple, blanda… sin maquillaje.



Sentí la grama, los minutos irán clavándose en tu piel desnuda como agujas de seda. Es el tiempo mujer, es tu tiempo. Esperá. no te pares todavía. No lo pensés todavía. No es momento aún para el olvido. El mundo te pide que dejes las hormigas cubiertas bajo tierra y vivas en nubes asfaltadas sobre el suelo,pero decíle que no, que no estas preparada para caminar entaconada cinco centímetros por encima del suelo (¿cielo?). Que no querés olvidar todavía el olor a tierra marchita que te ata a la hierba mojada. Que vos sos más que un par de senos erguidos. Que tus ideas se extienden más allá de los confines de La Pampa y La Mancha. No te dejés del mundo mujer, mostrale lo que tenés por dentro para que se quede boquiabierto y le cueste creer que vos existis.

Cuando salgan tus viceras disparadas como aleluyas, entonces los payasos acabaran su estúpido acto y los malabaristas no tendrán más remedio que tomar los pájaros que robaron de tu cabeza y echarlos a volar en un cielo azul petróleo… cuando vos toda roja por dentro… vos pura realidad, emerjas de las sombras en las que vivis ahora, creyendo que sos de papel, y extendas tus manos hacia el sol, Entonces serán ellos los que callen, no vos.


Rasgáte la camisa y que brote tu pecho al aire, que te bese la brisa bajo las axilas. Soltate el pelo. Ya no tenés cabeza. Sólo una jaula vacía con un columpio que baila incesante, es lo que queda de todos los sueños que lanzaste al vacío hace algún tiempo. Tomá la jaula entre tus manos y arrugala hasta que una ovillo de metal haga las veces de lana para tejer tus ideas en un árbol. ¿Y Dónde quedaron tus sueños de princesas infinitas?... sí, la vida te mostró que no existían tales seres… ahora estas sola… tejé con más fuerza… vos sos la que te trenzas en el aire y haces tu sueños realidad… esas princesas existen si vos las cosés. Volvete aire y entretejete en el horizonte… vos sos la princesa.


No dejes de gritar con lágrimas lo que siempre has sentido que ha estado mal. Y no desesperes mujer, no desesperes que aún hay suficiente agua bajo tus poros para llorar sin razones lógicas y acordadas. Llorá cuando alguien te diga que te quiere, llorá porque un niño sin calle besa con la lengua afuera una botella de sacol. Llorá por los perros sin casa, por las estrellas que no brillan. Gritá sin miedo al reproche. Queréte como estas, que así, con lágrimas en los ojos vos también te ves bonita.



No te dejes porque el mundo reposa bajo tu lengua en una mentita violeta que encierra una semilla en su interior. Vos veras si te la querés tragar en un suspiro o si con suavidad la vas a poner sobre tu lengua y la vas a guardar con cautela para una próxima ocasión… yo no sé con que cínica seguridad te afirmo, que a veces al mundo hay que comérselo despacito, y saboreárselo sin penas para sentirlo justo en la punta de la lengua. Y cuando lo tengás alli, a tu lengua, bajo tu yugo, entonces podes escupirlo en algún nido de golondrinas, para que tus sueños se lo coman y lo descuarticen… vos ya lo sentiste en tu paladar. Ahora les toca a tus golondrinas olvidadas comérselo de un solo bocado.


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