domingo, 24 de septiembre de 2017

PINACOTECA UNIVERSAL VOL. 1




Igual no importa.

Pase lo que pase, sea cual sea el futuro que tengas ahora a tus 37 años: eres feliz. ¿Cierto? Decíme que sí y no llorés. Estoy segura. Es más, no me queda la menor duda de que eres feliz.

Te lo mereces. Y yo me siento muy orgullosa de ti. Te lo digo mirándote a los ojos, así tal y como lo recuerdas a él esa mañana de colegio que olía a chocolate, en el que mientras manejaba a contra viento y gritaba por la ventana te miró. Detuvo el carro en el semáforo que hay justo en la quebrada antes de cruzar el puente y te dijo: "Me siento muy orgulloso de ser tu papá". Así, así también te lo digo hoy. Antes de que cruces el puente. Antes de que te dejes caer en el abismo insondable de lo que no conocés y que choqués con los corales llenos de petróleo que ves cuando cerras los ojos.


Hoy te lo digo: Qué fortuna y qué orgullo.

Estoy enamorada de tus peldaños, de tus aciertos. De tus desencuentros.

De todos los espejos que te has dejado robar.

De los que quebraste, de los 7 años de mala suerte que todavía cargas bajo de la piel.

Feliz de verte caer por buscar lo que no se te ha perdido. Por querer encontrarte en cada par de ojos oscuros que como un disparo en la sien te dicen: "Negra, vení dame un besito negra" ¡PUM! caíste al abismo negra.

Gritales entonces: "Tomá tu besito ya, y ahora dejáme en paz". 


¡muuachhhhhh!

¿Por qué lo hacés? Eso que acabaste de hacer lo hiciste para tus recuerdos ¿Cierto? por y para tus recuerdos. Tus benditos caracoles para no olvidar. Igual tenés que seguir haciéndolo, repitiéndote hasta el cansancio tus lugares comunes:

Oxidado y bendito carricoche.

Candelabros.
Caravanas.
Sinsajos y Bisontes.

Seguí haciéndolo. Seguí buscándote entre las ruedas del tren porque suena bonito. Seguí creyendo que la vida es bella porque suena bonito y que las erres debajo de la lengua son hermosas y suenan bonito. Seguí. Lo que pasa es que suena bonito. ¿Y qué hacemos pues?

No importa si es dulce o si es suave, o si vale la pena. No importa si tus palabras tal vez no son como los bolsillos de Maisa: llenos de algodón y de colores. 


No importa. 

Suena y sabe bien. Sale de adentro. Cómo te gusta y como tú sabes.